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Si bien no se sabe cuán cara es realmente la carne de camello en los países del Medio Oriente, allí es un manjar y, por lo tanto, es un animal muy útil y valioso.
Los camellos se comen en Arabia desde los primeros días, cuando los viajeros árabes nómadas solían cubrir millas y millas de vasto desierto para realizar sus negocios o ejercer sus oficios. También hay relatos históricos sobre el consumo de carne de camello en banquetes en la antigua Grecia y Persia (ahora Irán). Las tradiciones religiosas islámicas y judías abogan por el consumo de solo carne halal y kosher respectivamente.
La carne de camello varía en peso, pero cada canal produce definitivamente una cantidad sustancial de carne. La carne de la carcasa de un dromedario macho pesa alrededor de 400 kilogramos, mientras que la de la carcasa de un bactriano macho pesa alrededor de 650 kilogramos. La carne de una camello hembra pesa entre 250 y 350 kilogramos.