Jonatán
La avena es uno de los alimentos básicos más valiosos; no existe una versión refinada de avena, por lo que se conservan sus beneficios nutricionales naturales. La avena es una rica fuente de ácido linoleico y también aporta vitaminas B, vitamina E, proteínas y fibra soluble.
La avena ayuda a reducir el colesterol en sangre. Los estudios han demostrado que las personas con una dieta baja en grasas si consumen de 35 a 45 gramos de avena al día muestran una reducción del 14% en el colesterol malo tipo LDL después de 8 semanas.
La avena tiene una reputación tradicional de ayudar a los nervios. En un estudio, los síntomas de abstinencia en 26 exfumadores empedernidos se aliviaron más con el extracto de avena que con un placebo.
Se sabe que la avena estabiliza los niveles de azúcar en sangre. Ralentiza la absorción de carbohidratos en el torrente sanguíneo. Esto conduce a pequeños aumentos y caídas del azúcar en sangre, lo que ayuda a algunos diabéticos.
La avena se considera una buena noticia para las personas celíacas (aquellas que deben evitar todo el gluten). Los estudios han demostrado que estas personas pueden comer avena de forma segura, lo que sugiere que la mayoría de los celíacos pueden incluir avena en su dieta.
La avena ayuda a aliviar el estreñimiento ya que se compone de fibra soluble.
Pero conviene recordar que el salvado de avena es rico en ácido fítico, lo que limita la absorción de calcio, hierro y zinc de otros alimentos.