La cuestión de si el alcohol contribuye al aumento de peso siempre ha sido un tema candente.
Desafortunadamente, la respuesta es que sí, aunque averiguar cómo sucede esto y hasta qué punto el alcohol es responsable de esas calorías adicionales es un poco menos sencillo.
¿Cómo engorda beber alcohol? Para muchas personas, beber alcohol y perder peso son los principales objetivos de la vida. En este contexto, la idea de que los dos podrían estar trabajando uno contra el otro es una muy mala noticia.
La forma más directa en que el alcohol lo alentará a aumentar de peso es a través de las calorías que contienen el alcohol y las bebidas alcohólicas. Considera esto:
- Un vaso pequeño (125 ml) de Campo Viejo Rioja aportará 85 calorías a tu ingesta diaria.
- Una pinta de Budweiser le dará unas considerables 227 calorías a sus michelines.
Beber alcohol y aumentar de peso Las malas noticias no terminan ahí. Cuando su cuerpo procesa el alcohol, esencialmente lo convierte en un tipo de vinagre. Las calorías de este vinagre se queman antes de que su cuerpo comience a consumir las calorías de otras fuentes dietéticas (grasa, azúcar).
Lo que esto significa para su cintura es que es posible que su cuerpo no esté gastando la energía de la pasta de tocino y queso que comió para el almuerzo, o de las Reece's Pieces que comió porque ya tiene toda la energía que necesita de la copa de Cabernet Sauvignon. estabas bebiendo antes.
Si bien todo esto no significa necesariamente que vaya a aumentar de peso cuando beba alcohol, sí significa que deberá tener mucho cuidado con lo que come si planea beber con regularidad.
Dieta alta en alcohol y alta en grasas Las investigaciones demuestran que la forma más eficaz de aumentar de peso es seguir una dieta alta en grasas y alcohol. Esto se debe a que el alcohol también interfiere en la capacidad del cuerpo para quemar grasa. Comer alimentos con alto contenido de grasa mientras el alcohol está en su sistema es una forma garantizada de engordar.
En base a esto, pensaría que nadie jamás contemplaría seguir una dieta de este tipo. ¡Estarías equivocado!
Si fueras a visitar cualquier establecimiento de comida rápida un sábado por la noche (después de que todos los bares y clubes hayan cerrado), es probable que te encuentres con una multitud de personas ebrias comiendo pollo frito, hamburguesas, kebabs y cosas por el estilo, ajenas a ¡el hecho de que toda la grasa de sus comidas borrachas se lleva directamente a las caderas!