Aunque se ha prestado mucha atención a las dietas bajas en grasas para perder peso y para obtener beneficios para la salud, también existe el peligro de no incluir suficiente grasa en la ingesta diaria de alimentos.
Un gran riesgo son las deficiencias de vitaminas. Las vitaminas A, D, E y K generalmente solo son absorbidas por el cuerpo en presencia de grasa, y todas son de vital importancia para la salud en curso.
La falta de vitamina A puede provocar piel seca, ceguera nocturna, mayor susceptibilidad a infecciones y problemas con el desarrollo de los huesos y los dientes. Los niveles bajos de vitamina D pueden causar huesos débiles y muy poca vitamina K puede provocar un aumento del sangrado.
Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el desarrollo del cerebro, y una deficiencia de estas grasas en particular puede provocar problemas de aprendizaje y un mayor riesgo de ciertos tipos de demencia.