Dormir
Hay dos tipos de fibra y necesitamos comer tanto para mantener saludables el intestino grueso como otras partes del sistema digestivo. La fibra soluble incluye pectinas, encías y mucílagos, que se encuentran principalmente en las células vegetales. La fibra soluble es particularmente buena para reducir los niveles de colesterol en sangre. Buenas fuentes de fibra soluble incluyen frutas, verduras, salvado de avena, cebada, cáscaras de semillas, frijoles secos, lentejas, guisantes, leche de soja y productos de soya.
La fibra insoluble incluye celulosa, hemicelulosas y lignina, que forman las partes estructurales de las paredes celulares de las plantas. Este tipo de fibra previene el estreñimiento y las hemorroides. Algunas buenas fuentes son el salvado de trigo, el salvado de maíz, el salvado de arroz, la piel de frutas y verduras, nueces, semillas, frijoles secos y alimentos integrales.
El almidón resistente no es fibra en absoluto, pero actúa de manera similar en el cuerpo. El almidón resistente constituye aproximadamente una décima parte de los alimentos con almidón y, como su nombre indica, resiste la digestión normal. Las bacterias del intestino grueso fermentan y transforman el almidón resistente en ácidos grasos de cadena corta, que pueden proteger contra el cáncer. Almidón resistente que se encuentra en muchos cereales y granos sin procesar, plátanos firmes, patatas y lentejas.
Meda
El primero no deja que el agua penetre
y el segundo la resiste, pero puede dejarla entrar después de alguna exposición. Al
igual que un reloj que es resistente a ciertas profundidades, pero no es una
garantía.