Kasandra
Los principales ejemplos de consolidación organizacional son consolidar dos o más empresas juntas o consolidar varios departamentos de una empresa en uno solo.
Cuando se combinan departamentos, esto se hace normalmente para ahorrar dinero y facilitar la gestión de los presupuestos. Cualquier ahorro que se realice se puede reinvertir en el negocio, lo que permite mayores márgenes de beneficio. La fusión de dos o más departamentos en uno también puede ser una forma eficaz de que una empresa analice sus elementos más exitosos. Esto puede conducir a la racionalización de ciertas partes del negocio que no son tan rentables como otras.
Si varias empresas se unen como una cuestión de elección, esto suele ser por las mismas razones. La mayor de las empresas suele ser la empresa que estará a la cabeza de la consolidación, y esto se consigue analizando los negocios individuales y sus puntos fuertes, así como sus debilidades. Los puntos fuertes se pueden aprovechar y las debilidades se pueden eliminar, dejando nuevamente un negocio general más racionalizado.
En ocasiones, las empresas buscarán comprar otras empresas, lo que no siempre es bienvenido. Esto se conoce como una "adquisición hostil" y no siempre es una empresa exitosa para emprender.
El otro propósito principal de la consolidación de la organización es mejorar la prestación de servicios a los clientes. Este suele ser el caso cuando los clientes no están satisfechos con los servicios que se brindan y los comentarios de los clientes indican que los márgenes de ganancia pueden caer a menos que los servicios y productos mejoren. La racionalización del negocio permite a la empresa centrarse en los productos y servicios que tienen más éxito.
La consolidación de dos o más empresas puede aumentar la cantidad de activos fijos de la empresa y, como resultado, esto permitirá que la empresa produzca y venda más bienes.