He pensado un poco en esto y, hace unos años, se me ocurrió una solución.
Es un hecho que los adolescentes tienen la capacidad de dormir hasta la hora del almuerzo y luego pasan la tarde tratando de despertarse mientras las personas mayores no duermen nada bien. Todo está en la sangre. He estado tratando de establecer una unidad de donación de sangre en la que extraemos sangre de adolescentes y la inyectamos a los viejos para que puedan disfrutar de una larga mentira, tal como lo hicieron cuando eran adolescentes.
Cualquier niño que desee donar sangre o vejete que desee una transfusión, simplemente envíeme un correo electrónico a dracula @ zzz.com y lo pondré en mi lista.
En lugar de contar ovejas, ¡cuenta libélulas!
Intente leer un libro aburrido o escuchar música relajante.