El óxido es una reacción química a la humedad de las superficies de hierro y acero. Cuando el hierro y el acero se mojan, la superficie reacciona con el oxígeno del aire y el agua (generalmente la lluvia). Luego, se forma un ácido por la mezcla de suciedad y polvo con la reacción química causada por la humedad y este ácido corroe el acero y el hierro, creando así óxido.
La mejor manera de deshacerse del óxido es tratar de evitar que se forme en primer lugar. Para evitar la oxidación, el hierro o el acero deben pintarse tan pronto como se vean un poco cansados y descoloridos. Esto debe hacerse quitando la grasa de la superficie con aguarrás, luego aplicando una imprimación para metales y finalmente una pintura brillante o una diseñada para acero o hierro.
Si se ha formado óxido, lije con papel de lija o un cepillo de alambre y luego pinte con las técnicas indicadas anteriormente. Pero antes de pintar, asegúrese de eliminar todo el óxido.