Marianna
La química es un campo de estudio científico muy amplio y, por lo tanto, a menudo se divide en cinco subdivisiones principales. Esta clasificación de diferentes ramas permite realizar estudios focalizados en áreas específicas de la química según se requiera. Las cinco ramas principales que debe conocer son las siguientes: química orgánica, química inorgánica, química física, bioquímica y química analítica.
• Química orgánica: abarca todos los estudios relacionados con el elemento carbono, que es la base de toda la vida en la Tierra. El carbono es un elemento tan importante porque puede formar cuatro enlaces, lo que significa que aparece de alguna forma en la mayoría de los compuestos y estructuras químicas. El carbono puede formar alcanos y alquenos, los dos tipos de hidrocarburos, dependiendo de si comparte o no un enlace doble o sencillo con el hidrógeno.
• Química inorgánica: como era de esperar, cubre todos los elementos que se encuentran en varios compuestos que no son carbono. Incluye el estudio del oxígeno y otros gases y metales que no son miembros de la familia del carbono, como los gases nobles (inertes) y los halógenos.
• Química física: este campo de estudio se relaciona con el comportamiento químico, incluidas las propiedades reactivas, el estado (sólido, líquido o gas) y los puntos de ebullición / fusión. La química física es importante porque nos permite identificar características comunes en una variedad de sustancias diferentes, como se puede ver en la tabla periódica donde los elementos se organizan en grupos y períodos según sus propiedades.
• Bioquímica: como su nombre indica, vincula la química y la biología. Analiza cómo funcionan los procesos de la vida y se refiere a las reacciones químicas en los seres vivos, como las controladas por las enzimas en los seres humanos y la fotosíntesis en varias especies de plantas.
• Química analítica: esta rama menor se refiere a la composición química y los diferentes elementos que componen los distintos compuestos y mezclas. Es importante analizar las sustancias que pueden venderse en las tiendas para ver si son seguras para el uso general, por ejemplo, líquidos de limpieza que pueden contener amoníaco y pintura que podría tener trazas de plomo.