¿Qué es un quiste hepático y qué hacer al respecto? Qué lo causa

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    Un quiste hepático es una "burbuja" o cavidad de pared delgada en el hígado que puede estar vacía o contener líquido.

    Aunque existen numerosas causas, a menudo no hay síntomas. La afección generalmente se detecta cuando se realiza una prueba por otras razones. Generalmente, es un problema benigno que no causa ninguna dificultad y no afecta la esperanza de vida.

    Ocasionalmente, los quistes hepáticos pueden agrandarse o infectarse. El tratamiento depende de la causa subyacente. La mayoría de las veces, no se necesita un tratamiento específico. Lo más importante que debe recordar acerca de los quistes hepáticos es que generalmente son benignos. Sin embargo, otras enfermedades a veces pueden parecerse a quistes hepáticos. Estas condiciones deben descartarse.




    Por lo general, los quistes hepáticos no causan ningún síntoma.

    Ocasionalmente, si se vuelven muy grandes, pueden causar agrandamiento del hígado, dolor abdominal, infección de las vías biliares u obstrucción de las vías biliares, lo que hace que el quiste en sí se infecte.




    Muchos quistes se desarrollan por razones desconocidas y algunos están presentes en el momento del nacimiento. Algunos pueden ser el resultado de anomalías que ocurrieron durante el desarrollo fetal.

    Otras causas de quistes hepáticos incluyen:

    Equinococosis

    Enfermedad renal poliquística Enfermedad de

    Caroli

    Fibrosis hepática congénita

    Quistes de colédoco El




    diagnóstico generalmente se realiza cuando se realizan pruebas por otras razones, lo que permite que muchos de los quistes se encuentren por "casualidad".

    Si se sospecha un quiste, se pueden realizar muchas pruebas, siendo las más fáciles una tomografía computarizada o una ecografía del hígado.

    El aspecto más importante a la hora de tratar los quistes hepáticos es descartar otras enfermedades.

    Si es necesario, se realiza una biopsia o se extrae una muestra del líquido dentro del quiste para su análisis.



    Tener cualquiera de las enfermedades mencionadas anteriormente aumenta la posibilidad de desarrollar un quiste hepático.



    Por lo general, no se requiere tratamiento. La mayoría de los quistes hepáticos no causan ningún síntoma y no afectan la esperanza de vida. El médico puede seguirlos para asegurarse de que no aumenten de tamaño rápidamente. Aparte de eso, no se necesita ninguna terapia específica.

    Si los quistes causan problemas, se pueden extirpar quirúrgicamente.

    El tratamiento también depende de su causa. Si una enfermedad específica como la equinococosis es la causa subyacente, entonces el paciente recibe tratamiento para esto y los quistes se extirpan quirúrgicamente y con cuidado para evitar complicaciones.

    Si los quistes se infectan, es posible que sea necesario extirparlos.

    Se pueden administrar antibióticos para tratar la infección.



    Infecciones

    Obstrucción de las vías biliares

    Dolor

    abdominal Inflamación abdominal Agrandamiento del

    hígado



    Busque atención médica



    No existe una forma específica de prevenir los quistes hepáticos



    Hemangioma

    Absceso

    hepático piógeno Absceso hepático

    amebiano Carcinoma hepatocelular

    Hemangioma cavernoso

    Adenoma de células hepáticas

    Cáncer metastásico de hígado

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