Los tratados y convenios ambientales internacionales suelen ser ineficaces porque, con demasiada frecuencia, muchos países en desarrollo carecen de la capacidad o la tecnología para abordar problemas ambientales específicos de manera eficaz.
Además, los problemas a menudo se perciben o abordan de diferentes maneras por diferentes culturas o países. Las actitudes de los países individuales también pueden verse influenciadas por diferencias en el estatus tecnológico o económico.
Un país con industrias en desarrollo y una economía en dificultades bien puede negarse a implementar ciertas medidas, ya que tendrían un impacto negativo en su industria en desarrollo y su economía.
Su actitud podría ser que no se les puede responsabilizar de los errores cometidos por las naciones industrializadas, y las naciones ricas e industrializadas deberían ocuparse de los problemas.
A menudo, los países ricos, o más bien el componente industrial de los mismos, se niega a aceptar e implementar las medidas necesarias porque en realidad puede costarles algunos de sus millones mejorar las cosas.
- Formas de mejorar la eficacia de los tratados
Hay dos formas de hacer más eficaces los tratados o convenciones. Una es imponer sanciones a países o empresas que pueden permitirse hacer cambios y tienen la tecnología para hacerlo, pero se niegan porque no quieren gastar el dinero.
Los países en desarrollo necesitan la ayuda del mundo industrializado. La razón por la que están atrasados tanto en términos tecnológicos como económicos es porque sus países fueron, y todavía son, hasta cierto punto, atacados y explotados por naciones industrializadas.
Es hora de que esos errores se corrijan proporcionando a estos países la asistencia suficiente para llevarlos al mismo nivel que el resto del mundo. Una vez que se haya logrado esto, y los recursos se compartan por igual, todos estarán al mismo nivel y trabajarán desde un terreno común por un objetivo común, a saber, proteger lo que queda del planeta para las generaciones futuras.