Hay cuatro
componentes básicos de las emociones:
1. El aspecto fisiológico, que implica cambios activos en el cuerpo físicamente, por ejemplo, taquicardia, taquipnea, pupilas dilatadas, etc.
2. El componente cognitivo, que enfatiza la importancia de los pensamientos, creencias y expectativas para determinar el tipo y la intensidad de la respuesta emocional.
3. El componente conductual, que involucra las diversas formas de expresión que pueden adoptar las emociones, por ejemplo, expresiones faciales, posturas corporales, gestos y tono de voz que cambia con ira, alegría, miedo, tristeza, etc.
4. La experiencia subjetiva, que incluye elementos de placer o disgusto, intensidad del sentimiento, etc. Lo que un individuo experimenta tan intensamente como placentero puede resultar aburrido para otro.