Fisiológicamente, los sentidos son los que permiten a los humanos y a la mayoría de los organismos vivos interactuar con el mundo que los rodea.
Tradicionalmente, se considera que los seres humanos tienen cinco sentidos primarios; vista, oído, gusto, tacto y olfato. Sin embargo, hay sentidos secundarios como el dolor y la conciencia / control de la temperatura que se están estudiando.
Los sentidos funcionan a través de un complejo sistema de terminaciones nerviosas y células receptoras llamadas "órganos de los sentidos". Quizás el más obvio de ellos es la piel, que contiene receptores para el tacto y la temperatura, o la lengua, que contiene papilas gustativas o receptores del gusto.
Los receptores celulares funcionan respondiendo a los estímulos que les envían los impulsos nerviosos a lo largo de las neuronas sensoriales. Estos impulsos son luego interpretados y descifrados por el cerebro en lo que percibimos como un sentido.
Un individuo también puede ser llamado sensible si parece estar demasiado emocional, a veces interpretado como si estuviera en contacto con sus sentimientos.
Una emoción es una experiencia psicofisiológica relacionada con el estado mental de una persona.
Los arrebatos emocionales son reacciones a la producción bioquímica del cuerpo, como la adrenalina, en respuesta a influencias ambientales o externas.
Las emociones se manifiestan de diversas formas, entre las que se incluyen la excitación, la ira y la tristeza, especialmente en los seres humanos.
Se cree que las emociones y los sentidos pueden controlarse y enriquecerse mediante determinadas prácticas espirituales y físicas, como el yoga y el budismo.
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