La ciruela kakadu, las bayas de camu camu y la acerola contienen las fuentes más altas de vitamina C (hasta donde sabemos). Quizás algún día se descubra otra fruta que contenga mucha más vitamina C que esas tres. Para que la fruta contenga niveles tan altos de vitamina C, uno piensa que deberíamos consumir muchas más frutas que son buenas fuentes de vitamina C. En realidad,
los datos nutricionales de las frutas indican que muchas frutas contienen algunas cantidades de vitamina C.
La vitamina C es un nutriente esencial que el cuerpo necesita para funcionar a su nivel óptimo. Es una vitamina antioxidante soluble en agua, lo que significa varias cosas. Uno: si comemos varias frutas que son buenas fuentes de vitamina C, el exceso de vitamina C se excretará en la orina. Además, dado que es un antioxidante, juega un papel importante en ayudar a combatir enfermedades como el cáncer e incluso los resfriados y la gripe. También ayuda a prevenir la aparición de enfermedades. La vitamina C también es importante para la formación de colágeno que necesitamos para huesos, cartílagos, músculos, vasos sanguíneos y piel sanos.