El desarrollo emocional es cómo se desarrollan las emociones de un niño. Como bebés lloraremos por cualquier cosa que queramos o sintamos, pero a medida que envejecemos encontramos nuevas emociones y comenzamos a reemplazar estas acciones con otros medios de comunicación como la risa, los gemidos, los gritos, todo se desarrolla naturalmente con el tiempo o debería. Afectará la forma en que interactuamos con las personas y el medio ambiente y varía según el individuo.
El desarrollo emocional se refiere a que un niño aprende a controlar y manejar sus emociones y se le enseña cuándo es el momento adecuado para usar ciertas emociones.
A menudo se piensa que el proceso de desarrollo emocional es un proceso profundamente psicológico. Según el modelo estructural de la psique de Sigmund Freud, hay tres partes diferentes de nuestra psique. Estas tres partes son el Id, el ego y el superyó.
El ello es el 'principio del placer', en otras palabras, es nuestra parte egoísta o desorganizada la que está regida por impulsos básicos. El superyó también se puede llamar nuestro consciente, la parte de nosotros que nos insta a hacer lo correcto. Esta parte controla nuestro sentido de lo que está bien y lo que está mal y también produce los sentimientos de culpa que sentimos cuando hemos hecho algo mal. El ego es el "principio de realidad" y mantiene a las otras dos partes de la psique bajo control para que ninguna de las dos nos gobierne.
Cuando los niños son recién nacidos, están completamente dominados por el Id, lo que explica su comportamiento emocional cuando tienen hambre o sueño (gritan y lloran hasta conseguir lo que quieren).
A nivel psicológico, el desarrollo emocional puede referirse a un punto en el que la parte del ego de la psique de un niño se activa y mantiene sus emociones bajo control.
El desarrollo emocional completo y exitoso es lo que ayudará a su hijo a interactuar bien con los demás a medida que crecen y, finalmente, cuando ingresan al mundo real. Evitará que se enojen y critiquen si otro niño toma su juguete en el grupo de juego y les ayudará a mantener la calma y la compostura una vez que crezcan y consigan un trabajo.
El desarrollo emocional va de la mano con el desarrollo social, ya que ayudarán a los niños a cooperar, aprender a compartir y turnarse, que son cosas que deberán seguirse en el futuro.