¿Puede una personalidad maníaco-depresiva llegar a ser física y potencialmente dañina y peligrosa para un cuidador primario?

Por desgracia sí. La depresión maníaca ahora se llama enfermedad bipolar; esta condición de salud mental es muy grave y debe ser tratada bien por un psiquiatra. Mientras el paciente esté recibiendo la medicación adecuada, podrá llevar una vida normal y no será un peligro para nadie.

Sin embargo, algunos de los medicamentos que se usan para tratar las condiciones bipolares tienen efectos secundarios desagradables. El litio, por ejemplo, es un fármaco de elección para tratar esta enfermedad. El litio no es realmente un medicamento; es una sal orgánica de origen natural. Aunque el litio es un excelente tratamiento para la estabilización del estado de ánimo, puede causar confusión, sedación extrema, babeo y desorientación. Cuando esto sucede, el psiquiatra suele reducir la dosis. Junto con el litio, el paciente recibe medicación antidepresiva.

Si una persona con enfermedad bipolar no está medicada y entra en un estado maníaco, puede volverse muy paranoica y sentir que el cuidador está tratando de lastimarla. Esta es una forma de psicosis maníaca. El paciente siente que, para estar seguro, debe dañar al cuidador que intenta hacerlo. ¡Esto puede sonar confuso y lo es! Las personas en estados maníacos deben recibir tratamiento médico o pueden ser un peligro para ellas mismas y para los demás.