Sí, desafortunadamente hay ocasiones en las que una buena acción puede tener malos resultados para la persona que la realiza. El viejo adagio, 'Ninguna buena acción queda impune' ocasionalmente tiene un tono de verdad. A veces, una buena acción fracasa directamente, mientras que en otras ocasiones, algo malo puede resultar indirectamente mientras se realiza la buena acción.
Este es un ejemplo en el que el intento de hacer una buena acción fue suficiente para fracasar y causar problemas. Una mujer decidió sorprender a su esposo con un gatito, ya que amaba a los animales y había estado hablando de tener una nueva mascota durante mucho tiempo.
Ella organizó una fecha de recogida una vez que el gatito estuviera listo para dejar a su madre, y todo parecía estar bien. Como el gatito se encontraba bastante lejos, tuvo que contárselo a su marido justo antes de que llegara la fecha. Para su horror, su esposo insistió en que no quería una mascota y ella tuvo que cancelar la recogida, para gran disgusto del dueño, que se había aferrado específicamente a este gatito para ella.
Alguien llevó a una amiga que no tenía coche a ver a su hermano gravemente enfermo en un hospital a kilómetros de casa. De camino a casa, se desató una tormenta y el agua comenzó a entrar en el automóvil a través de una fuga que no se había detectado previamente.
Para empeorar las cosas, al llegar a casa, el conductor descubrió que su hija había ignorado una solicitud de quedarse en casa y había salido a unirse a un grupo de amigos para divertirse y jugar en un bosque cercano. Mientras jugaba en un columpio de cuerda, perdió el agarre de la cuerda mojada, se cayó y se lesionó gravemente la espalda en el proceso. Luego, su esposo culpó de este accidente a su ausencia.