Sé que suena racista, pero cuando era más joven pensaba que los chicos negros orinaban semillas de girasol junto con la orina porque yo estaba en una escuela mayoritariamente negra y cada vez que había un urinario, veía semillas de girasol allí.
Cuando era niño, creía en las sirenas y las hadas. Mi hermana me contaba historias sobre ellas y, a medida que crecía, me di cuenta de que me lo decía para que no me asustara tanto si pensaba que había algo de inocencia en este mundo.
Además, a una edad muy temprana, perdí a mi única amiga y mi mamá (que es una gran cristiana) me dijo que era un ángel y que velaría desde el cielo. Yo era pequeño y necesitaba este consuelo, así que le creí. Ahora lo sé, no hay cielo, no hay ángeles, no ... Dios ...