¿Niños tercos? ¡Podría escribir un libro sobre el tema!
La verdad es que tanto los niños como los adultos, todos podemos ser tercos a veces.
No existe una solución rápida para lidiar con un niño obstinado; la obstinación es una característica que se construye con el tiempo y, por lo general, también lleva tiempo controlarla.
Cómo lidiar con niños tercos
Lo primero que querrá ver es su relación con su hijo.
Es importante que los niños pequeños lo admiren y respeten su opinión. Eres la persona responsable de enseñarles todo sobre el mundo, por lo que debes ser un buen modelo a seguir para que puedan aprender a confiar en que lo que dices es correcto.
En ciertos casos, una situación puede hacer que su hijo quiera esforzarse y resistirse a su voluntad. Por ejemplo, mi pequeña era una pesadilla cada vez que la llevábamos al médico. Conseguir que se quedara quieta y dejar que el médico la examinara fue una tarea tan grande que incluso el médico comenzó a perder la calma.
Mi hijo es terco, ¿qué puedo hacer?
Cada padre tendrá diferentes sugerencias sobre cómo lidiar con este tipo de situaciones, pero según mi experiencia, los dos ingredientes principales son:
Los niños se cansan de discutir después de un tiempo, y necesitarás paciencia y perseverancia para mantenerte firme hasta que se derrumben.
También tendrás que ser un poco creativo sobre cómo lograr que hagan lo que tú quieres. Está muy bien decirle a su hijo 'haz esto' o 'haz aquello', pero a veces el enfoque más efectivo es persuadirlo o engatusarlo para que haga lo que tú quieras (usa el soborno y el engaño si es necesario).