Los dueños de negocios que establecen objetivos solo para tenerlos en una lista no suelen hacer de estos objetivos una prioridad en la empresa. Los objetivos comerciales deben ser claros, medibles y realistas. Los objetivos claros proporcionan una definición objetiva bien entendida para los propietarios y empleados. Los objetivos medibles garantizan que los propietarios de negocios puedan revisar el objetivo para asegurarse de que se logró de la mejor manera posible. Las metas realistas pueden ayudar a los dueños de negocios a evitar la frustración de no cumplir con objetivos específicos.