Existen casi un centenar de lenguajes de signos formalizados. Los británicos (BSL) y los estadounidenses (ASL) son los más utilizados.
BSL y ASL comparten algunos signos, pero generalmente se consideran mutuamente ininteligibles. ASL fue el primer lenguaje de señas formalizado, y BSL no fue reconocido ni enseñado formalmente en Gran Bretaña hasta mediados de la década de 1970 (el primer diccionario BSL no se publicó hasta 1992). Muchos otros lenguajes de señas modernos se han prestado ampliamente de BSL o ASL.
Algunas lenguas de signos se desarrollaron históricamente como medio de comunicación entre diferentes tribus en continentes escasamente poblados (Australia, África).
La mayoría de los lenguajes de señas para sordos fueron desarrollados inicialmente por hablantes orales, como traducciones directas de las palabras habladas. Pero Nicaraguan SL es completamente diferente. La primera escuela para sordos en Nicaragua se abrió en 1981. Los niños que asistían a clases que no podían hablar español y que nunca antes habían aprendido un SL, desarrollaron rápidamente su propio lenguaje de señas. El desarrollo observado de cerca de este nuevo idioma ha sido fascinante y revelador para los lingüistas.