Elissa
La disciplina no es algo que tengan que ser criados por los mayores, es algo que todos tienen consigo mismos. Tiene 2 b que los ancianos piensen como tat 2 muestre a los niños 2 conviértalo en un punto en la vida
Mertie
La disciplina se puede aplicar a la naturaleza humana como la demostración y / o capacidad de conductismos mentales o emocionales neutrales autocontrolados. Los indicadores de que uno está ejercitando la autodisciplina son: una apariencia facial tranquila o un comportamiento como si uno estuviera pensando profundamente con una expresión seria en su rostro.
La disciplina es una respuesta aprendida de conductismos generalmente aceptables cuando se participa en una actividad humana o en interacción con otras personas. Un ejemplo de persona disciplinada es aquella que está familiarizada con la mayoría de la moral general ya inculcada, con una comprensión de esas diferencias en la naturaleza dual del comportamiento humano, tales como: el bien y el mal; positivo y negativo; feliz y enojado.
La disciplina adecuada a menudo se inculca dentro de la persona que puede haber tenido una educación estricta con padres que sintieron que lo mejor para sus hijos es que se apliquen las costumbres de conducta, siempre que se interactúe con otras personas en cualquier entorno. Por ejemplo, si un niño, de una educación estricta, se comporta de manera salvaje e incontrolable, como lanzar una "rabieta" en el piso (retorciéndose por el piso) o comienza a levantar la voz o gritar o arrojar objetos en el suelo. al aire, con la intención de romperlos, tales conductismos se encuentran con acciones disciplinarias.
La acción disciplinaria a menudo incluye la negación de un juguete favorito o la negación de una comida favorita. A menudo, si el grado de comportamiento inaceptable es de naturaleza más grave, según cómo lo definan los padres o los padres del niño que se porta mal, el resultado disciplinario es a veces un "tiempo fuera" por el cual el niño debe permanecer de pie en un esquina o como una respuesta más inmediata a la mala conducta, se aplica una palmada de fuerza moderada de la mano del padre en las nalgas del niño. Si este es el caso, el padre que aplica tal acción disciplinaria justificaría sus acciones proclamando la razón como similar al siguiente proverbio: "No te metas la vara, malcrias al niño".