Amira
Un efecto importante de la indisciplina en nuestro mundo actual es la corrupción absoluta en todas las esferas de los asuntos públicos e individuales.
Carmín
En los viejos tiempos, cuando la mayoría de la gente se alojaba en pueblos o tribus, estaban sujetos a las estrictas leyes impuestas por el jefe. Cualquier persona que no siguiera la regla era castigada severamente. Hoy en día, las agencias encargadas de hacer cumplir la ley en todo el mundo encuentran una tarea hercúlea controlar y disciplinar a la población en expansión.
Se puede decir que la indisciplina es la ruptura de los valores éticos y morales. La gente está sujeta a la ley del país, pero una vez que se difumine la delgada línea entre el bien y el mal, tendrá un efecto en la sociedad y en el mundo en general. En lugar de respetar la ley y ser honestas, las personas se están volviendo codiciosas, violentas y corruptas y están dispuestas a hacer todo lo posible para lograr sus metas y ambiciones personales. Ya no están dispuestos a esperar para obtener lo que se les debe, sino que robarán, arrebatarán o matarán. La tasa de delincuencia y la corrupción cotidiana han aumentado enormemente. También saben cómo pasar la ley para evitar el castigo.
La indisciplina está presente en la vida cotidiana. Es la forma en que los jóvenes ven a los mayores o la forma en que se burlan las normas cívicas o de tráfico comunes. La mentalidad se ha convertido en que todas las reglas se han hecho para ser desobedecidas y que lo que hacen es correcto.
No sirve de nada culpar a los demás y es responsabilidad de los padres, ancianos y maestros refrenarse e inculcar valores correctos en los niños.