Audreanne
El nacionalsocialismo de Hitler insistió en la obediencia a un líder fuerte y no permitió partidos de oposición, lo que convirtió a Alemania en un estado de partido único. El nacionalismo en sí mismo es un sentimiento fuerte por el país de uno y un deseo de hacerlo más poderoso. Es una creencia que la nación de uno merece ser dominante y que la raza de uno es superior a otras. Ésta era exactamente la razón fundamental de Hitler.
Muchas libertades personales no permitidas en la Alemania nazi. El control de la prensa, la radiodifusión, la educación, los movimientos juveniles, la religión, el entretenimiento, la economía e incluso la familia estaban controlados por su régimen. En un país totalitario, el estado tiene poder absoluto sobre todos los aspectos de la vida de sus miembros. Hitler tenía un gran ejército y odiaba el comunismo. El estado, en "nombre del pueblo", controlaba los medios de producción (industria y agricultura), la distribución (transporte) y los bancos, en un intento por fortalecer económicamente a la nación. El régimen creía que la violencia debería utilizarse, si fuera necesario, para lograr los objetivos fascistas.