La diferencia entre seguimiento y evaluación es que el primero se ocupa de recopilar información y el segundo de interpretarla.
El seguimiento y la evaluación es un proceso de dos pasos. Son dos acciones distintas pero van de la mano como herramientas para evaluar la viabilidad y el éxito de un proyecto. Son utilizados por una gran cantidad de organizaciones y organismos públicos como parte integral de la prestación de un servicio o producto de calidad.
El monitoreo siempre es lo primero y brinda la oportunidad de demostrar cómo se utilizan los recursos. La evaluación utiliza esta información para determinar si se han alcanzado los objetivos. La evaluación de un proyecto o servicio también puede mostrar qué funciona y si es necesario realizar cambios. También proporciona inteligencia que se puede utilizar para respaldar futuras solicitudes de financiación.
La evaluación es esencialmente un medio de medir mediante la recopilación de datos. Esto se hace contando (visitas, visitas, etc.), cuestionando (encuestas, grupos focales) e investigando los datos existentes. Los cuestionarios se utilizan con frecuencia y deben ser breves, simples y directos para generar los resultados más precisos. Los participantes objetivo pueden ser aleatorios o elegidos específicamente según corresponda.
Monitorear significa vigilar de cerca cómo se está desempeñando un proyecto, verificando que lo que está sucediendo esté en línea con lo esperado o propuesto. Es la recopilación continua de información para su análisis.
Una vez hecho esto, puede formar la base de la evaluación junto con los resultados de los otros métodos de obtener información para la evaluación.
El seguimiento y la evaluación juntos proporcionan un sistema sólido para determinar si los fondos y recursos se han utilizado bien.