A medida que nos desarrollamos, se desarrolla nuestra comprensión del mundo.
Esto significa que las cosas que alguna vez nos dieron miedo cuando éramos más jóvenes podrían no ser tan amenazantes ahora.
Sin embargo, con el conocimiento y la realización llega una lista completamente nueva de cosas a las que temer.
¿Cómo cambia el miedo con la edad?
No hay transición que tenga un efecto sobre las cosas que tememos más que el paso entre la niñez y la edad adulta.
Cuando somos niños, tenemos miedo de todo tipo de cosas que pueden parecer irracionales y sin sentido cuando envejecemos.
Cuando era más joven, tenía miedo de estar solo en habitaciones oscuras porque estaba convencido de que los leones acechaban en los rincones oscuros esperando abalanzarse sobre mí. Ahora que soy mayor y más sabio, me doy cuenta de que la probabilidad de que eso suceda es muy pequeña.
Cuando comencé la escuela secundaria, había tantas ansiedades y preocupaciones que tenía. Ahora, sin embargo, desearía poder viajar atrás en el tiempo y decirle a esa 'yo de la escuela secundaria' que debería disfrutar de la escuela.
Sin embargo, a medida que envejecemos, reemplazamos los miedos de nuestra infancia por otros nuevos:
- Miedo a no poder pagar la hipoteca o mantener a nuestros hijos
- Miedo a envejecer y morir
- Miedo a que las relaciones fracasen y que la gente nos defraude.
La verdad es que siempre hay algo a lo que temer en la vida: ¡todos tenemos que encontrar la mejor manera de lidiar con estos miedos y seguir adelante!