La respuesta a cómo sabe un mango es muy subjetiva: lo que es agradable y sabroso para una persona puede ser amargo o desagradable para otra. Sin embargo, la mayoría de la gente describiría el sabor de un mango como un cruce entre naranja y melón.
Los mangos se comen solos o combinados con otras frutas. Cultivado en árboles y encontrado principalmente en Asia y África, el mango puede confundirse fácilmente con una naranja en apariencia, pero tiene un aspecto y sabor distintivos que lo diferencian de otras frutas. Un mango puede formar parte de una ensalada de frutas más grande, comerse solo o exprimirse para formar un jugo de fruta que se puede beber al natural o comprar en botellas o cartones.
La mayoría de la gente describiría el sabor de un mango como dulce, aunque puede haber una serie de variantes que afecten el sabor. Los mangos tienen una piel que se puede comer, pero generalmente es la fruta que se encuentra debajo la que la gente come. Dependiendo del clima en el que se haya cultivado, puede variar y requerir un poco de acondicionamiento antes de ser consumido.
Como muchas frutas, los mangos se pueden triturar y convertir en un jugo o batido. Combinado con otros alimentos como leche, jugos o frutas, puede formar un cóctel de sabor fresco que proporciona un sabor saludable a la vez que está lleno de vitaminas y beneficios nutricionales.
En Filipinas, los mangos son populares entre el pescado, proporcionando un contraste afrutado en un plato.
Con su sabor dulce afrutado, el mango se puede encontrar en muchos tipos diferentes de platos. La calidad del mango, por supuesto, puede variar, pero cuando se ha cultivado y acondicionado correctamente, es una adición muy adaptable a la mayoría de los platos.