Sincero
Seguro y puedo decirlo ahora con casi total confianza. Me he mantenido fiel a las creencias, la ética y los principios morales en los que me criaron y no tengo la intención de abandonarlos ahora. Con una pérdida personal sucediendo en mi vida, mi fe me ha ayudado a comprender, afrontar y aceptar mi pérdida. Dios siempre ha sido mi roca y mi apoyo y cuando me encuentre en ese precipicio, no estaré solo. Como el famoso cuadro "Huellas en la arena", Dios me llevará hacia la esperanza y la salvación. Eso es lo que espero contarles a mis nietos algún día.