Bagazo
La humanidad se ha elevado a lo largo de los miles de años que ha existido a través de la crianza. La naturaleza nos inició, pero las generaciones enseñaron a las nuevas, y ellos mismos enseñaron, ya sean padres, profesores o compañeros. Como resultado, la humanidad se volvió cada vez más informada y estamos aquí hoy, entrando en el siglo XXI y en una nueva era tecnológica.
Hay quienes sostienen que no somos nada sin la capacidad de crianza de un padre. Aprendemos nuestro habla de ellos y aprendemos a movernos correctamente con su ayuda. Aprendemos hábitos, comportamientos y acciones, y desarrollamos habilidades sociales que nos permiten comunicarnos no solo verbalmente, sino también interactuar y tener confianza al hacerlo. Como resultado, la mayoría de los bebés crecen siendo capaces de hablar, leer y escribir con fluidez y completar sus estudios con un alto nivel y encajar bien en la sociedad, con amantes, amigos y compañeros de trabajo.
El argumento contrario es que la naturaleza es la fuente principal de todo y determina mucho y debe respetarse. Un estudio científico realizado hace unos años que involucró a bebés y bebés descubrió que, abandonados a sus propios dispositivos en términos de lenguaje, en realidad inventaron el suyo propio. Idearon una serie de sonidos, aunque básicos, y ruidos expresivos para indicar diferentes cosas. Si este estudio se profundiza un día, podría mostrar un vistazo al pasado en términos de evolución humana y la importancia de la participación de la naturaleza y la capacidad de crianza de la familia y la sociedad.