Un buen número de países en el mundo están endeudados en miles de millones de dólares (o libras), lo que significa que el gobierno tiene que hacer recortes significativos en su gasto público para tratar de pagar esta deuda. Aunque hacer recortes como estos a veces puede parecer una elección terrible, los recortes presupuestarios tienen algunas ventajas, aunque también tienen sus desventajas.
- Ventaja de alternativa a la subida de impuestos.
A diferencia del gobierno federal, cuyo presupuesto puede aumentar en función de sus gastos, un gobierno local ordinario debe recortar sus gastos para adaptarse a su presupuesto. Esto se puede hacer recortando la cantidad de gasto que hacen, aumentando los impuestos que el público tiene que pagar o mediante una combinación de ambos. Aumentar los impuestos no es algo que quiera hacer ningún gobierno, ya que puede hacerlos extremadamente impopulares.
- Desventaja de menos servicios gubernamentales.
Las reducciones gubernamentales en el gasto pueden afectar el alcance de un gobierno a cargo, pero también tendrán un efecto significativo en el público. Esto puede resultar en una reducción en áreas de gasto público como recolección de basura y servicios bibliotecarios gratuitos y otros servicios públicos para niños y personas mayores. El gobierno que introduce este tipo de políticas puede enojar al público, lo que hace que sean bastante impopulares cuando se acerquen las próximas elecciones.
- Desventaja de efectos económicos negativos.
Aunque el objetivo general de los recortes de gastos será mejorar la economía reduciendo la cantidad de deuda que debe ese país, los recortes de gastos pueden resultar en efectos negativos en la economía. Los recortes presupuestarios del gobierno inevitablemente tienen un efecto negativo en el gasto público, lo que a su vez reduce en gran medida la eficiencia de la economía. Si el gobierno reduce el gasto público para el ejército, entonces tendrá que recortar las armas y los suministros que compran, lo que afectará al negocio que puede tener que despedir a los trabajadores y posiblemente cerrar el negocio. Es un ciclo interminable y horrible que es difícil de romper.