Carmelo
El defecto más fundamental de los Artículos de la Confederación fue la naturaleza débil del gobierno central. No contaba con tantas facultades que le otorgaban los Artículos de Confederación, que habían otorgado una mayor autonomía a los gobiernos estatales. Por esta razón, el gobierno central no tenía derecho a exigir impuestos a los gobiernos estatales, lo que resultó en un tesoro nacional mínimo que no era lo suficientemente adecuado para enfrentar los desafíos que suele traer la formación de un nuevo estado y un nuevo gobierno.
Además, no había una moneda común, ya que se usaban diferentes monedas en diferentes estados, lo cual fue otro punto de desunión, ya que la moneda de un estado no será aceptada en otro estado. Por último, pero no menos importante, no existía una base sólida de seguridad nacional, que se atribuía en su totalidad a la ausencia de un ejército central, para lo cual se requerían dinero, autonomía y otros recursos de los que carecía el gobierno central en virtud de los Artículos de la Confederación.