Emelie
En la mitología germánica y nórdica, Loki era el dios del fuego, descendiente de gigantes (que a menudo son retratados como enemigos de los dioses). Hay muchas historias sobre él. En algunos se le representa como un simpático embaucador, aficionado a las bromas y los disfraces; en otros es claramente malvado, como en la conocida historia donde provoca la muerte de Baldur, el favorito de todos los dioses y objeto de la envidia de Loki.
En las historias, Loki se volvió cada vez más malvado y fue el padre de tres hijos monstruosos; un lobo gigante, una serpiente de mar y Hel, diosa de los muertos. Finalmente, los otros dioses lo expulsaron de Asgard (su fortaleza) y lo encarcelaron en una cueva, atado con las entrañas de su propio hijo y expuesto al veneno que goteaba de la boca de una serpiente. Allí permaneció hasta el conflicto final o apocalipsis, Ragnarok, en el que Loki se pondría del lado de las fuerzas del mal.