Juliana
Si planea tomar un bote en el agua, siempre debe monitorear las condiciones climáticas, independientemente del tamaño de la embarcación. Las condiciones climáticas pueden cambiar en cuestión de minutos, por lo que si hay alguna duda, un bote no debe aventurarse.
En primer lugar, cierre todas las escotillas, ventanas y puertas para reducir la posibilidad de que se inunde y guarde bien cualquier equipo innecesario. Encienda las luces de navegación de su barco. Si hay un rayo, desconecte todo el equipo eléctrico y manténgase lo más alejado posible de los objetos metálicos.
Los pasajeros también deben prepararse y recibir información exacta sobre qué hacer si no están seguros. Asegúrese de que todos lleven chalecos salvavidas que estén en perfecto estado de funcionamiento. Todos los pasajeros deben sentarse en el piso del bote y lo más cerca posible del centro. Esto hace que el barco sea más estable y menos propenso a zozobrar con vientos fuertes y aguas turbulentas.
Si es posible, diríjase a la orilla más cercana a la que sea seguro acercarse. Si ya está atrapado en una tormenta, puede ser mejor cabalgar en aguas abiertas en lugar de intentar acercarse a la orilla con fuertes vientos y olas.
Si el motor se detiene, deje caer un ancla de mar en una línea de la proa para mantener la proa dirigida hacia el viento y reducir la deriva mientras se enfrenta a la tormenta. En caso de emergencia, un balde funcionará como ancla de mar. Si el ancla de mar no es suficiente, fondee con su ancla convencional para evitar que su barco se desvíe hacia áreas peligrosas.
Si se encuentra en una posición en la que siente que los pasajeros y la tripulación están en grave peligro, póngase en contacto con los guardacostas de inmediato y dispare una bengala de socorro si tiene una a bordo.