Alex
Debido a la larga noche antártica, las 800 variedades de plantas: líquenes, musgos, algas de agua dulce, bacterias, mohos, levaduras y hongos que viven en el área terrestre permanecen inactivas durante largos períodos. Pero se vuelven fotosintéticas casi instantáneamente durante breves ráfagas de verano de solo unos pocos días, semanas o un mes o dos.
Por otro lado, aunque la vida vegetal es escasa, abundan los animales; pero tanto el número como el tamaño de las especies terrestres son pocos. Casi todos los animales se ven cerca del borde de la capa de hielo o en el agua, ya sea viviendo en el océano o obteniendo su sustento de él. Los animales que dependen de la tierra para alimentarse y refugiarse son algunas especies microscópicas junto con pequeños insectos y arañas. La más grande de ellas es una mosca, un pariente de la mosca doméstica común, de aproximadamente una décima de pulgada (aproximadamente 3 milímetros) de largo. Además de los pingüinos que no vuelan, están las skúas antárticas y el petrel antártico. En la Antártida y en las regiones insulares subantárticas hay charranes, albatros, cormoranes, gaviotas y otras aves. Algunas aves en ocasiones penetran hacia el interior del continente.
El charrán ártico es el mejor navegante del mundo. Pasa seis meses al año en la Antártida y seis meses en el Ártico, volando a 11.000 millas (17.700 kilómetros) desde el norte para disfrutar del verano antártico. Así se las arregla para vivir a la luz del día casi perpetua.
Aquí se encuentran cinco de las diecisiete variedades de pingüinos del mundo. El pingüino Adelia y el pingüino emperador son los únicos dos que se reproducen en el continente. El pingüino Adelia, con un promedio de quince pulgadas (38 centímetros) de altura y un peso de diez a quince libras (4.5 a 6.8 kilogramos), parece obtener su dirección de una orientación relacionada con el sol y un mecanismo de reloj biológico.