Odie
La economía mundial ha experimentado un cambio radical durante las dos últimas décadas. Las distancias geográficas y culturales se han reducido debido a los viajes supersónicos, las máquinas de fax, las conexiones telefónicas y informáticas a nivel mundial, las transmisiones por satélite de la televisión mundial y otros avances técnicos. Esto ha permitido a las empresas ampliar enormemente su cobertura de mercado geográfico, compras y fabricación. El resultado es un entorno de marketing mucho más complejo tanto para las empresas como para los consumidores. Hoy en día, casi todas las empresas, grandes o pequeñas, se ven afectadas de alguna manera por la competencia global, desde la floristería del vecindario que compra sus flores en los viveros mexicanos, hasta el pequeño minorista de ropa neoyorquino que importa su mercadería de Asia, hasta el fabricante estadounidense de productos electrónicos que compite en sus mercados nacionales con gigantes rivales japoneses,al gran productor estadounidense de bienes de consumo que introduce nuevos productos en mercados emergentes en el extranjero. Hoy en día, las empresas no solo están tratando de vender más de sus productos producidos localmente en los mercados internacionales, sino que también están comprando más componentes y suministros en el extranjero. Muchos bienes y servicios adquiridos en el país son híbridos con el diseño, la compra de materiales, la fabricación y la comercialización que se llevan a cabo en varios países.