El marketing social es la teoría de que las empresas deben actuar de tal manera que satisfagan las necesidades y deseos del cliente, considerando también lo que beneficiaría a la sociedad en su conjunto. La idea dicta que las empresas deben tomar decisiones de marketing basadas en esta información para obtener niveles óptimos de éxito a largo plazo. Sin embargo, hay muchas contradicciones en esta teoría. La principal crítica al marketing social es que las empresas no tienen ni el derecho ni el conocimiento para decidir lo que quiere el cliente; solo las fuerzas del mercado pueden dictarlo. En cambio, las empresas deberían centrarse en suministrar al mercado los bienes y servicios que se venden mejor y permitir que la legislación, junto con la obtención de beneficios anormales, dicte las acciones futuras de la empresa.A continuación se muestran tres ejemplos que muestran que el concepto de marketing social puede no ser el enfoque empresarial más eficaz.
La demanda de vuelos dentro y fuera del país es alta; sin embargo, como todos sabemos, es terrible para el medio ambiente. A través de la teoría del marketing social, una empresa dejaría de proporcionar los vuelos, ya que el daño causado al medio ambiente supera la satisfacción proporcionada a los clientes. Sin embargo, está claro que esto reduciría las ganancias obtenidas por las compañías de viajes y otras organizaciones asociadas. Por lo tanto, la compañía aérea debería centrarse en proporcionar tantos vuelos como sea posible legalmente.
Una vez más, el alcohol tiene muchas externalidades negativas en la sociedad, pero no hay duda de que el cliente aún lo quiere. No tendría sentido para la empresa no proporcionar un bien con una demanda tan grande; en cambio, las restricciones gubernamentales deben respetarse a medida que se proporcionan los suministros.
Muchos consumidores se están cansando ahora de que las empresas anuncien constantemente cómo están ayudando a la sociedad. Muchos lo ven como una forma de dibujar en la costumbre y no creen en muchas de las afirmaciones hechas. Las empresas de "hacer el bien" podrían alienar a los clientes que no están impresionados por sus técnicas de marketing.