En Australia es un evento que suele ocurrir cuando una empresa es insolvente, lo que significa que no puede pagar sus deudas cuando vencen. Se pone fin a las operaciones de la empresa y se reparten sus activos entre acreedores y accionistas, de acuerdo con la prioridad de sus reclamos. El proceso de poner fin a una empresa y distribuir sus activos a los reclamantes es la liquidación.