Este proverbio o dicho significa que no debes estropear algo bueno y bueno, que estás en el proceso de crear o lograr, economizando en una pequeña parte, solo para ahorrar un poco de dinero, tiempo o problemas.
Debe asegurarse de que se le dé la misma importancia incluso a los detalles más pequeños, de modo que el producto final o el resultado sea lo mejor posible. Por ejemplo, quiere hacer una tarta de queso y ha comprado cada ingrediente recién. Entonces te das cuenta de que un ingrediente vital, el queso ricotta, ya no se vende. ¿Qué deberías hacer? Recuerde: "¡No estropee el barco por medio centavo de alquitrán!". Vaya y compre queso ricotta fresco, para que su pastel de queso terminado sea tan bueno como pueda hacerlo. Entonces tendrá un sabor delicioso, tal como lo pretendía el autor de la receta, y estará feliz de servirlo a amigos y familiares.