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El abono se refiere al material orgánico en descomposición elaborado a partir de plantas descompuestas. El compost se usa a menudo para fertilizar el suelo y aumentar el contenido de humus, lo que proporciona nutrición a las plantas y aumenta la capacidad del suelo para retener agua. Generalmente, el abono se compone de 2 por ciento de nitrógeno, 2 por ciento de potasio y aproximadamente 1 por ciento de fósforo. El proceso de descomposición se puede acelerar rociando cal, fertilizante nitrogenado y agregando estiércol al suelo. Dado que el compost suele tener un contenido nutricional bajo, debe utilizarse en cantidades adecuadas.
Una pila de abono generalmente se compone de plantas muertas, hojas, desechos vegetales, heno, aserrín, recortes de césped, turba y, en cierta medida, desechos animales como estiércol de vaca y estiércol de caballo. Ampliamente utilizado en jardinería y agricultura, el abono también está encontrando un uso comercial en paisajismo, construcción de terrenos húmedos y control de la erosión del suelo. El compost también se mezcla con un poco de arena para formar una base que puede hacer que las semillas proliferen y también mejorar la capacidad de drenaje.