Quizás deberías probarlo y verlo por ti mismo. :) El ayuno de Ramadán es un momento de reflexión espiritual al abstenerse de comer y beber desde el amanecer hasta el atardecer, le enseña autodisciplina. Además, durante este tiempo puede comprender cómo se pueden sentir los demás que son menos afortunados. En mi opinión también te enseña a estar agradecido y agradecido por la comida que tienes. Es un momento para reflexionar y trabajar sobre uno mismo. Es muy gratificante. Realmente es un momento muy especial.