Cuando no esté trabajando o si tiene un trabajo sentado, intente elevar el pie y aplicar frío en él tanto como sea posible.
Manténgase alejado de él tanto como sea posible. Consulte a un médico si puede.
Cuando pueda, descanse el pie, levántelo, continúe envolviéndolo y con hielo. También puede tomar algún medicamento antiinflamatorio si no es alérgico. Sin embargo, el descanso será la clave.