Kelsi
El asunto Westland fue una controversia política británica de la década de 1980 que sacudió al gobierno conservador de Margaret Thatcher. Estaba relacionado con el problemático fabricante de helicópteros británico Westland. Ante las dificultades económicas, Westland se vio obligada a contemplar la posibilidad de aceptar una compra de otra empresa o grupo de empresas. La empresa estadounidense Sikorsky hizo una oferta inicial, y le siguió otra de un consorcio de defensa europeo.
La primera ministra, Margaret Thatcher, y la junta directiva de Westland favorecieron la oferta estadounidense, pero algunos miembros del gabinete, incluido el secretario de Defensa Michael Heseltine, estaban preocupados por el aumento de la dependencia militar británica de Estados Unidos y apoyaron la oferta europea con la esperanza de que podría sostenerse una importante industria de defensa europea.
Estas divisiones dentro del gobierno llevaron a la dimisión de Michael Heseltine, así como del miembro del gabinete Leon Brittan. La disputa presagió más tarde divisiones más sustanciales dentro del partido Conservador sobre la integración europea y la perspectiva atlántica tradicional del partido.