Escuchar es asimilar y absorber el significado de palabras, frases u oraciones con el cerebro, lo que lleva a la comprensión. A menudo se confunde con la audición, que es el acto puramente físico de percibir sonidos.
- Diferencia entre escuchar y escuchar
Escuchar es una acción física automática. Ruidos y sonidos de una u otra clase bombardean constantemente los oídos y muchos de ellos pasan casi desapercibidos. Escuchar, por otro lado, requiere atención. Para no distraerse con otros sonidos o pensamientos, el oyente debe concentrarse en lo que se está diciendo. Esto se conoce como escucha activa.
La escucha activa se puede definir como una técnica de comunicación estructurada que requiere que los oyentes centren su atención en un hablante para comprender e interpretar o evaluar lo que se escucha.
Muchas personas no escuchan activamente durante sus interacciones con los demás. Piensan en cosas no relacionadas, se distraen con otras influencias externas o están ocupadas pensando en lo que dirán a continuación, lo que suele ser el caso especialmente durante los desacuerdos u otras situaciones de conflicto.
- Elementos primarios de la escucha activa
La escucha activa tiene tres elementos principales, a saber, comprensión, retención y respuesta. La comprensión, el primer paso de la escucha, implica la identificación, separación y comprensión reales de las palabras habladas.
La retención tiene que ver con la memoria. No solo es esencial recordar el significado de las palabras para entenderlas, cada palabra debe permanecer el tiempo suficiente en la memoria a corto plazo para que una oración tenga sentido. El cerebro se basa en la memoria para dar significado a lo que se escucha.
Escuchar es realmente una interacción entre un hablante y un oyente. El hablante busca respuestas, ya sean verbales o no verbales, del oyente, para determinar si lo que se dice es realmente escuchado.