Cuando estoy de mal humor y alguien me dice que sonría ... sonrío mucho ... Pero cuando no tengo ganas de sonreír, no necesito que un idiota me lo diga ... Me dan ganas de hacerlo golpearlos en la garganta. Aunque no lo hago, solo hago lo de levantar las cejas. Ahí me siento mejor ahora :) despotricar sobre RAAAAAR
He tenido tantos momentos asombrosos que necesito talar una selva tropical virtual para enumerarlos todos, pero uno se destaca por encima de todos los demás. Ya conté esta historia antes (tal vez en Ask) pero la compartiré una vez más ...
En la década de 1960 (antes de
dejarme crecer la barba) salí de la ducha, me sequé y, sin vestirme, me enjaboné y
comencé a afeitarme. Uno de mis niños pequeños entró, vio algo
colgando, lo agarró, tiró de él y dijo: "¡Toot! ¡Toot!"
Casi me corto el cuello.