Adolf
Los especialistas en marketing intentan constantemente dar personalidad a sus marcas. Una marca con personalidad se convierte en una propuesta de valor convincente para el cliente. Les gustaría que su marca tuviera ciertas características humanas, por ejemplo, a un fabricante de botas de campamento le gustaría que su producto fuera percibido como robusto, resistente, machista y confiable. Intentará comunicar esto desarrollando y empaquetando este producto de la manera adecuada. Todos sus esfuerzos de marketing estarán dirigidos a crear esta percepción.
La historia ha demostrado que cuando la percepción se crea de forma subliminal, funciona mejor. El cliente no se da cuenta de que se está formando una opinión sobre un producto. Hay algunos fabricantes que utilizarán embajadores de marca para crear esta percepción. Esperan que la imagen del embajador de la marca se extienda a la marca. Hay muchas agencias de publicidad que aborrecen esta práctica porque entonces la suerte de la marca está indisolublemente ligada a las acciones del embajador de la marca.