Guiseppe
Los alvéolos de los pulmones son pequeños sacos de aire rodeados por una intrincada red de vasos sanguíneos. El oxígeno del aire inhalado se difunde desde este saco de aire hacia la sangre a lo largo de su gradiente de concentración. El dióxido de carbono se difunde desde la sangre hacia el saco de aire para exhalarlo.
El proceso de difusión es un proceso pasivo, pero varios factores pueden hacer que sea más eficiente. El primero es el área de la superficie ~ cuanto mayor es el área de la superficie, mayor es la velocidad de difusión. Los alvéolos tienen forma de grupos de burbujas y tienen una superficie extremadamente grande. La presencia de agua también es importante: las membranas de los pulmones siempre se mantienen húmedas para asegurarse de que las condiciones sean las adecuadas para la difusión.
Las paredes de los alvéolos y las paredes de los capilares que los rodean también son muy delgadas; los gases pueden difundirse más fácilmente si no tienen que viajar muy lejos. Finalmente, el abundante suministro de sangre de los capilares que rodean los alvéolos quita el oxígeno muy rápidamente, manteniendo un gran gradiente de concentración. Esto fomenta la difusión de más oxígeno a la sangre a partir del aire inhalado.
Magnus
Los alvéolos del sistema respiratorio de los pulmones son grupos de sacos de aire. Las paredes de los alvéolos son muy delgadas, húmedas y están bien abastecidas de vasos sanguíneos, todas adecuadas para el intercambio gaseoso. La naturaleza elástica de los pulmones les permite expandirse y contraerse fácilmente durante la respiración.