El término ATP significa trifosfato de adenosina. Tiene una estructura molecular compleja: el nucleósido es la adenosina, a la que se une una cola que contiene tres fosfatos, de ahí el nombre. Se considera la moneda energética para todas las actividades celulares. Tomado a un nivel macro, puede considerarse muy crítico para la existencia misma de todas las formas de vida en la tierra, desde los microorganismos unicelulares hasta los humanos. El ATP se considera una macromolécula y el segundo en importancia y relevancia para nuestra existencia solo para el ADN.
Al ser la unidad básica de energía, el ATP se utiliza para todo tipo de actividades en el cuerpo. La relevancia del ATP en nuestras vidas es evidente si desglosamos nuestras actividades: realizamos actividades y requerimos energía para cada una de las actividades que realizamos. El ATP es la unidad de toda esta energía. En el contexto humano, es el compuesto más distribuido en nuestro cuerpo.
Tres usos diferentes del ATP son: la construcción de moléculas complejas dentro del cuerpo, la generación de electricidad dentro de los nervios que componen nuestro sistema nervioso, y también la expansión y contracción de los músculos de nuestro sistema muscular.