Jerome
La lombriz de tierra común mide aproximadamente diez pulgadas (25 centímetros) de largo. Consiste en aproximadamente 120 (o hasta 150) segmentos cilíndricos. Si se pierden algunos de estos segmentos, tal vez debido a que un pájaro los ha cortado, se regenerarán. Sin embargo, dicha regeneración tiene limitaciones. Por lo tanto, cortar una lombriz de tierra por la mitad no resultará en dos lombrices separadas. Cada segmento, con la excepción del primero y el último, está equipado con ocho cerdas conocidas como "setas". Mediante estas cerdas, la lombriz de tierra puede agarrarse bien al suelo por el que se arrastra. Los músculos longitudinales de esta criatura le permiten contraerse o estirarse. Con los músculos circulares, puede hacer que su cuerpo tubular se contraiga o se expanda. Cinco pares de corazones forman parte del sistema circulatorio de la lombriz de tierra.
A diferencia de muchas otras criaturas, las lombrices de tierra no tienen ojos, oídos, pulmones ni branquias. La piel está provista de células sensibles a la luz. Entonces, cuando se expone a la luz brillante, la lombriz de tierra se retirará rápidamente a la oscuridad de su reino subterráneo. Dotado de un agudo sentido de los sentimientos, puede detectar las vibraciones más leves, incluido el movimiento de un ratón o un pájaro. La criatura hace toda su respiración a través de la piel.