El poder compartido es importante en todas las áreas de la vida,
incluida la familia, la escuela, la oficina, la legislatura estatal y la legislatura central.
Compartir el poder es el principio número uno de la democracia. La verdadera democracia
exige que aquellos afectados por decisiones / reglas / leyes tengan
voz y voto en la forma en que se hacen.
Compartir el poder es importante para todos
En esencia, todos deberíamos, ya
seamos miembros de la familia, parte de una comunidad escolar o en una posición política,
tener derecho a contar democráticamente.
Un gobierno, por ejemplo, sin reparto del poder es una
dictadura: todo el poder está contenido en una sola persona. Esto le deja a esa persona
la oportunidad de abusar de su poder y tomar decisiones que, en el mejor de los casos
, están mal informadas, en el peor de los casos, asesinas.
Compartir el poder promueve la paz y la armonía. Puede leer más sobre cómo hace esto aquí: