Jasen
Abraham había tomado a su esposa Sari, su sobrino Lot y todas sus posesiones para mudarse a la tierra de Canaán como Dios lo había ordenado.
Dios le dijo que Abram o más tarde llamado Abraham sería bendecido y su nombre sería grande para que él SERA una bendición para los demás y que Dios bendeciría a los que lo bendijeran y maldeciría a los que lo maldijeran.
Más importante aún, Dios dijo que en Abraham, todas las familias de la tierra serán bendecidas. Estaba claro que Dios conocía y apreciaba a Abram porque sabía que Dios estaba con él.
Abram, sin embargo, se olvidó de que Dios estaba con él y cuidó de él y de sus seres queridos. Durante una hambruna en la tierra, Abram fue a Egipto con Sarai, su esposa, una mujer hermosa.
Temía que los egipcios lo mataran para llevarse a Sarai si sabían que ella era su esposa, por lo que la llamó su hermana para los egipcios. Un egipcio entre los oficiales de Faraón alabó su belleza y la llevó a la casa de Faraón mientras otros cuidaban de Abram y le daban ovejas, bueyes, asnos y camellos.
Para proteger a Sarai, el Señor envió una plaga al Faraón y su casa, por lo tanto, llamó a Abram y le preguntó por qué había mentido acerca de que Sarai era su hermana en lugar de la verdad de que ella era su esposa. Dijo que nunca la habría tomado por esposa si lo hubiera sabido. Le dijo a Abram que la llevara y se fuera de inmediato.
Hizo que sus soldados escoltaran a Abram, Sarai y todo lo que les pertenecía hasta la frontera, donde fue a Negev llevándose a Lot con él.